Es tan lamentable la situación en tantos lugares del mundo. La dedicación de persones y ONGs es absolutamente insuficiente para ofrecer a tantísima gente lo que necesitan en materia de salud, alimentación, subsistencia, en definitiva.
La ambición cuando se sirve de la crueldad, la inhumanidad, el atropello de los otros es una auténtica atrocidad. Y eso, por desgracia está a la orden del día.
He recibido de Médicos sin Fronteras un informe sobre sus actividades en distintos lugares, hacen una gran labor y estoy asociada desde hace muchos años. Me ha impresionado sobre todo la fotografía que adjunto de ese informe de un lugar de Níger. Varias líneas de personas de todas las edades sentadas en el suelo desértico, aguardando refugio, alimentación, esperanza. Pero no habrá para todos, y para quienes lo reciban será lo mínimo. Muchos habrán quedado en el camino, a otros les sucederá pronto y quizá sea lo mejor para evitar más sufrimiento. Es tremendo tener que llegar a esta conclusión. Y no es el único lugar. ¿Alguien piensa en Yemen, por ejemplo?
Y cuando ganan los grupos que han dado lugar a esas confrontaciones, ya se están armando otros para derrotarlos y será la población la que siempre sufra las consecuencias. Y uno piensa en lo terrible que es azuzar el odio para colmar la ambición de poder y dominio. La manipulación de guerrilleros, de soldados, para que maten y provoquen sufrimiento sin contemplaciones a otros seres humanos como ellos. Y la ganancia para los fabricantes y vendedores de armas, para los constructores, para tantos que se benefician de las desgracias, las guerras, los desastres.
El odio llega al punto de destruir hospitales, instalaciones sanitarias donde unos trabajadores atienden a quienes lo necesitan sin preguntar ideologías ni procedencias. Personal sanitario de países que acuden con generosidad y de los propios lugares donde suceden las tragedias. Todos arriesgando sus vidas para salvar otras.
Y los gobiernos de esos países, impasibles ante esos horrores, sólo atentos a conseguir sus objetivos. Y los gobiernos del “primer mundo” proporcionando armas y medios y llenándose la boca con buenas palabras porque a la postre lo que priva es el negocio.
GRACIAS MÉDICOS SIN FRONTERAS Y TODAS LAS ONEG.s por lo que hacéis. Con vuestra labor, además de la ayuda que procuráis a quienes lo necesitan, hacéis posible que mantengamos la esperanza en el ser humano.

Más de 3.500 personas sin refugio ni protección se han instalado en la más absoluta precariedad en el patio, azotea y otras áreas del centro de salud al que damos apoyo.
Miles de migrantes deportados de Argelia y abandonados en el desierto del norte de Níger están varados en Assamaka sin refugio ni atención sanitaria, sin protección y sin que nadie se ocupe de sus necesidades básicas.
Entre el 11 de enero y el 3 de marzo de 2023, 4.677 migrantesllegaron a pie a Assamaka (norte de Níger) tras ser deportados de Argelia y quedar varados en el desierto. Menos del 15% pudieron acceder a refugio o protección a su llegada. MSF pedimos a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) que les proporcione protección inmediata.
El Centro de Salud Integrado (CSI) de Assamaka, apoyado por MSF, está desbordado, son miles las personas que han acudido a buscando un lugar seguro en el que quedarse. “La situación es preocupante”, afirma Schemssa Kimana, coordinadora de MSF en Agadez. “El centro de salud que apoyamos en Assamaka está desbordado. El centro de tránsito está lleno”. No existen precedentes de una situación tan complicada en Assamaka.