Del 5 al 11 de marzo tiene lugar la BCNegra 2024, semana dedicada a la novela negra que Paco Camarasa inició en el año 2005 auspiciado por el Instituto de Cultura de Barcelona, y que llevó a lo más alto un género al que se dedicó en cuerpo, alma y Montse Clavé. Hasta que la enfermedad, negra enfermedad, se lo llevó en 2018. BCNegra pasó a otras manos, Carlos Zanón le sustituyó como comisario, pero es difícil decir sustitución porque las personas cambian en sus cargos o proyectos, pero no se sustituyen y Paco no podía serlo.
Se hablaba a menudo de Paco, de nuestro Paco pues llevaba una intensa actividad, como librero (según decía, el mejor oficio del mundo) pero también como miembro de tribunales y comisiones, aparte de los numerosos clubes de lectura. Y tuvo repercusión el cierre de la librería Negra y Criminal en la Barceloneta en 2015. Tras 13 años de actividad. Curiosamente la causa fue el éxito de la novela negra. Antes de reconocerse su interés y su valor sus seguidores se desplazaban hasta la Barceloneta donde con Paco y entre libros tenías donde elegir y orientación. Pero cuando se produjo el auge imparable se empezó a vender en todas partes, grandes y pequeñas librerías. El cierre fue un hecho doloroso para Paco y Montse, y para todos quienes éramos asiduos de la Negra y Criminal, comprábamos los libros, asistíamos a sus clubes de lectura y nos dejábamos aconsejar por Paco. En palabras de los dos, Paco y Montse, a pesar de la tristeza por ese cierre estaban “contentos de haber contribuido a poner el género negro en el lugar que se merece”. Es difícil imaginar tanto conocimiento, tanta sabiduría, tanto criterio con la sencillez y la normalidad con que Paco lo hacía.
Esa sonrisa, ese escuchar. En el club al que yo asistía, y en todos los otros, con su bloc de papel reciclado expresábamos nuestra opinión sobre el libro leído, anotaba, dejaba hablar, con respeto y con interés. Tenía en cuenta tu opinión la compartiera o no.
La calle de la Sal, estrecha, rebosaba de lectores y autores cuando se presentaban libros, y en Sant Jordi. Venían escritores, de aquí y de allá. Conocimos a tantos. También en las sesiones de las BCNegras anuales que allí tenían un punto de encuentro más próximo que en las multitudinarias sesiones a lo largo de la semana en diferentes centros. Desde la diminuta cocina circulaba el vino tinto llenando los vasos de los asistentes, dentro y en la calle, y brindando por la caída del régimen, su brindis especial, los mejillones de Montse, de los que hasta nos hubiéramos comido las cascaras.
Muchas personas lo conocieron, i a Montse, bastante antes que yo, pero tuve la suerte de tratarlos unos cuantos años apuntándome a su club de los martes, una vez al mes. Era un día esperado y ahora muy recordado. Se nos fue, es verdad, pero mientras una persona permanezca en el recuerdo, se rememore lo vivido y se le tenga presente sigue estando con nosotros. No como quisiéramos, pero no está en nuestra mano elegir.
Paco, fuiste un imán, una persona
políticamente activa, de acción, por la que tuvo que pagar, como también Montse, de pensamiento, y de criterio. Sentías como propias las injusticias, las calamidades humanas, recuerdo cómo te afectaron los atentados de Bataclan en París en 2015. Y todo lo que atentaba contra la libertad.
En su discurso al recibir la medalla al Mérito Cultural en 2016 (hay que leerlo porque no tiene ni una coma de desperdicio), y refiriéndose a la novela negra, durante mucho tiempo denostada, dice “se puede vivir sin leer novela negra, pero se vive peor”. Y un párrafo, totalmente vigente, que expresaba su sentido y el de muchos, ayer, hoy y, por desgracia, seguro que mañana.
Libro con las contribuciones de algunos miembros de sus clubs de lectura
Decía que lo suyo no era escribir, él era librero
“Los lectores de novela negra sabemos que Ley y Justicia no son sinónimos. También sabemos que los jueces y las juezas aplican la Ley, pero que en ocasiones lo que es legal no es justo. Desde la novela negra sabemos que los jueces y las juezas son personas y por lo tanto no son infalibles, que se pueden equivocar”. Y añadimos, es normal equivocarse, pero no actuar de forma partidista.