GOLONDRINAS VIAJERAS ANUNCIAN LA PRIMAVERA

Hace años que me fijo en la llegada de estas aves. Al principio son unas poquitas, y según van pasando los días, aumenta su número. En auxilio de mi interés, plagado de ignorancia, acude la información que se encuentra en la web de SEO Birdlife (Sociedad Española de Ornitología), a la que pertenecen las fotos que incluyo, y la paciencia de amigos con experiencia en el tema.  

Las observo desde mi balcón y ventanas, zona urbana a tope, las primeras en llegar vuelan bastante alto, son pocas, y apenas percibo sonido. Días tarde aparecen otras que vuelan más bajo y son más sonoras, trisar se llama su canto. Miro la extensión de las alas, y lo que me parece un aleteo vacilante, y la parte inferior de su cuerpo de un blanco brillante. Avanzado mayo son mucho más numerosas. Completa esta apreciación la información de SEO Birdlife que dice que su vuelo es rápido y acrobático. Las golondrinas (Hirundo rustica) vuelan por zonas inferiores a los aviones y vencejos, las otras especies que surcan el cielo.

Me apena que comprobar que, desde hace tiempo, hay menos agujeros para cobijarse en las medianas de los edificios. Ahora esas paredes, al ser reformadas o las nuevas construcciones, son de plancha sin ningún resquicio, no de tocho como eran antes y donde tenían su lugar de refugio, o descanso, al que volvían año tras año.

Son de vital importancia para la agricultura y el medio por su actividad como insectívoros y captadores de todo tipo de invertebrados. Los estudios que ha efectuado SEO destacan la importancia de estas aves para averiguar aspectos de la migración, de la selección sexual y de la reproducción.

Sin embargo, es notoria su disminución. En los últimos años se ha producido una pérdida del 30% por causas diversas entre las que destacan, en el medio rural, los pesticidas, pues afectan su capacidad de reproducción y las políticas y técnicas agrarias. En el medio urbano los cambios en la arquitectura, a los que nos hemos referido.

Desde el mes de marzo van llegando en grupo a Europa desde el Sur surcando los cielos, cruzando mares y desiertos. Al final del verano emprenden el vuelo de regreso hacia África en busca de calor y alimento.  

Son las Andoriñas, Orenetas, y Enara arrunta.

Y traigamos aquí parte del conocido poema de Gustavo Adolfo Bécquer,

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón, sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.

Pero aquellas que al vuelo refrenaban

tu hermosura y mi dicha al contemplar,

aquellas que aprendieron nuestros nombres…

ésas…  ¡no volverán!

Y también el relato de Oscar Wilde, El príncipe feliz, donde una golondrina tiene un papel protagonista.