La música es la poesía del alma y es la que llega con sus notas al corazón.

Martes, 22 de abril, vispera de St. Jordi. En el espacio Betulia de Badalona cantaba y hablaba Lídia Pujol acompañada a la guitarra por Pau Figueras.

Podría decir sencillamente GRACIAS sin más que añadir. Las sensaciones, las emociones, los sentimientos son difíciles de transmitir. Quizá alguien muy cercano afectivamente puede percibirlos, pero ahora intento hacerlo con palabras.

No importa las veces que se escuche a Lídia cantar, siempre será algo nuevo y diferente, aunque conozcamos las canciones. Lidia canta con el corazón, eso es fácil de decir. Pero lo que es especial es verla agarrarse el corazón y sacarlo fuera del pecho y que todos los asistentes seamos capaces de desgarrarnos con sus palabras y los sentimientos que derrama.

Gracias por esa canción, el moliner que, aunque viene de otro contexto, cantaste por el pueblo palestino.

… Les rodes giren, els dies passen

… m’he quedat sol i abandonat. Dona i infants, tots han fugit.

… he sentit dir que em volen fer fora del poble on visc i del molí…

Gracias por todas las canciones que lanzaste al viento y por esa pasión conmovedora en l’Amèlia. Gracias per ser, estar y cantar, acompañada por Pau y per nosotros que te queremos.