Un año más ha tenido lugar el festival de novela negra en Barcelona, BCNegra, 10-16 de febrero. Este año con hilo conductor de tres ciudades Barcelona, Marsella i Nápoles.

La atracción que sigue teniendo esta efeméride y las que se celebran en otras ciudades en diferentes épocas es extraordinaria. Por fortuna, como ya se ha constatado hace tiempo, se ha superado la maldición de considerarla un género menor. Las novelas negras que se publican solo merecen el calificativo de buenas o malas, que es lo mismo que se puede decir del resto de géneros literarios.

            El número de actividades organizadas ha sido impresionante igual que la asistencia, y el nivel de los participantes bajo la pericia de Carlos Zanón, su comisario.

También es digna de mención la elección de los lugares donde se han realizado las diferentes sesiones. Quiero destacar La Paloma, que impresiona por su luminosidad y amplitud. Allí Sebastien Izzo, hijo de Jean Claude Izzo, nos habló de su padre y de su extraordinaria versatilidad, poeta, escritor, periodista y de su activismo político. Es gratificante ver que admiras a personas que se han ganado esa admiración a fuerza de trabajo y de compromiso social. Marsella es Jean Claude Izzo revelada en sus libros.

            Montse Clavé presentó su libro de cocina en el mercado de la Boquería, otro lugar original y emblemático de nuestra Barcelona turistizada. Siento no haber podido asistir por un compromiso ineludible.

Pero Montse, tú y Paco, sois los negro y criminales que llevamos en el corazón. Siempre hay tiempo para el recuerdo, pero las BCNegras son más propicias, por tantos años en que Paco las organizó. Como disfrutamos con vosotros, de su sonrisa, su disponibilidad perenne, su capacidad crítica argumentada que tú compartes. Aquellos clubs de lectura, tus mejillones.

El premio Pepe Calvalho ha sido para el escrito argelino Yasmina Khadra. Wikipedia dice que ese nombre significa jazmín verde. Sólo conozco los jazmines blancos, pero ese debe de ser particularmente hermoso.  Como es hermosa y necesaria la actividad y el compromiso de las personas inquietas socialmente. Hombres y mujeres que quieren creer en la justicia y que manifiestan siempre que tienen ocasión las fechorías que se comenten contra quienes menos capacidad tienen de defenderse. Personas, países, sociedades, naturaleza. Hace falta gente así y cada día más.

Paco, va por ti y como solías decir, por la caída del régimen.